
Una forma de ver los
cambios como experiencias positivas es ver estos cambios como oportunidades, no
como pérdidas. Por ejemplo, la pérdida
del empleo podría significar una experiencia cargada de sentimientos
negativos. Si esta se visualiza e
interpreta como una experiencia para
nuevos cambios, algo que ocurre con algún propósito, dará la oportunidad para
aprender nuevas destrezas en nuestras vidas.
Esto abre la puerta hacia nuevos rumbos a explorar. Algo que no hubiese
ocurrido antes.
Si quieres que un
cambio funcione debes asumir una posición positiva. Aunque el cambio causar un sentimiento de
tristeza, deseo de ocultarte o depresión, debes luchar con estas emociones
dando el primer paso para tu bienestar.
Es esencial una buena dieta y ejercicios, esto te dará la sensación de
bienestar físico y emocional, preparándote para manejar esta transición de
cambio. Busca el apoyo de familiares y
amigos o de un consejero profesional.
Personas que tengan la capacidad de escucharte sin enjuiciar, que te den
la oportunidad de discutir sobre tu
futuro y posibles alternativas. Recuerda
en algunos casos es mejor hablar con un consejero profesional. Tener el tiempo para considerar que está
pasando, cuales son las posibilidades, te puede ayudar a sobre llevar estos
cambios repentinos. Hacer una lista
sobre las cosas positivas en tu vida, puede ser de ayuda para el manejo de
estos cambios repentinos. Prestar
atención a lo que te está pasando, también
puede ser de ayuda en el trabajo con estos cambios. Otras alternativas para trabajar estos
cambios pueden ser la preparación de un diario sobre sentimientos y necesidades
que deseas en test momento. No debes
permitir que un sentimiento de tristeza se convierta en un sentimiento
abrumador en ti.
Los cambios pueden
presentar dificultad en aceptarse, pero proveen la oportunidad que de otra
manera podría perderse. Los cambios
pueden resultar en experiencias positivas.